En 1938, en un episodio clásico, múltiple mente referido, Orson Welles
y su compañía de radio teatro emitieron una versión de la novela “La guerra
de los mundos”, de H.G. Wells.Wells. La particularidad de esa emisión fue que
simulaba ser un relato periodístico de sucesos “reales”. El resultado fue de- vastador: “mucho antes de terminar el programa.la primera guerra total, en donde se involucra-
ron no solamente los ejércitos y sus armamentos, sino las poblaciones de los países enfrentados. Terminada la Gran Guerra, la propaganda será objeto de debate moral, en la medida en que se conocía con cierto detalle la profusión de engaños y mentiras que habían emanado de las ursinas de los Servicios de Inteligencia de cada país en conflicto.
Medios, masas y audiencias Con la Segunda Guerra Mundial ya no queda espacio, al hablar de propaganda,Goebbels– “la política de las noticias es un arma de guerra: su propósito es
el de hacer la guerra y no el de dar información” los medios de comunicación aparecen como el
instrumento insustituible (aunque no único) para la incubación de las significaciones buscadas.
Chomsky denomina a su propuesta de análisis “modelo de propaganda”, denominación con la que acentúa su carácter de eslabón tardo moderno de la larga cadena de fabricación de imaginarios funcionales al poder,El problema de los efectos de los medios de comunicación es el problema central que se plantea la investigación norteamericana.
hasta la década del '50.Las investigaciones sobre los efectos psicológicos de los medios masivos La esencia de esta aplicación de la teoría de las diferencias individuales es que un mensaje eficazmente persuasivo es aquel que tiene la propiedad de alterar el funcionamiento psicológico del individuo.
https://www.youtube.com/watch?v=BpD49R7-31s
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